viernes, 19 de agosto de 2016

TOCANDO UNA PUERTA TRAS OTRA

La Inexistencia Pacífica es una contingencia del ser. Transitoria. Emergente. Pasajera. Una especie de locura estática del Acontecimiento, como punto fugaz de nihilismo militante. Una suerte de pasarela hacia diversos futuros. Hacia la más voluntaria de las servidumbres o hacia la más novedosa de las subversiones. Todo pende del hilo decisorio. A veces hilo de telaraña sedosa, otras de los hilos de la sarga.
Sin olvidar nunca los consejos a los reformistas de todo tipo (de Juan de Mairena, es decir, de su estirpe):
- Entre los dedos de la servidumbre siempre se termina escapando el pringue
- Si la subversión ocurre dándole la vuelta al continente, ese mismo pringue será derramado por doquier.
Habrá pues que poner mucho cuidado en la operación.

Aristóbulo
Cuadernos llamados de la Fe del Catastro 

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