miércoles, 5 de julio de 2017

DOS SUTRAS Y UN GALIMATÍAS

Leyendo el Limónov de Carrère me tropiezo con una sutra budista que tiene su cosa tramposa. Según ella, entendí, si quisiéramos, podríamos ir más allá de nosotros mismos sin despeinarnos. El extracto de la sutra, porque es un trocito de discurso, dice textualmente: "quien se considere superior, inferior o incluso igual a otro, no comprende la realidad". Esta posición se presenta como máxima Sabiduría y Ajenidad del Sí Mismo respecto de cualquier otro. No estaría mal... siempre y cuando fuera posible prescindir del Otro, o al menos pudiera uno lidiar con los demonios internos ligados a los ideales y a las pasiones que, por su parcialidad, son siempre totales. Por seguir con Buda, recito su escueto catálogo de las pasiones: el amor, el odio y la ignorancia.
El otro día leí una segunda sutra, esta de Mark Twain, que me hizo reír por la astuta razón que pone sobre la mesa : "No discutas con un estúpido, no porque te pongas a su altura, sino porque en ese terreno te gana".
Me gusta mucho el budismo twainiano. Es muy difícil de practicar porque, en cualquier terreno, nos creemos siempre o mucho mejores o mucho peores de lo que somos. Y así no hay manera. Es certero porque, haga uno la figura de avestruz, u otra cualquiera, escondiendo la cabeza donde le quepa, no podemos dejar de establecer jerarquías y agrupaciones. Porque al evitarlo, formamos parte, como miembros de pleno derecho, de un nuevo grupo de estúpidos que no entran al trapo de la superioridad, inferioridad e igualdad.
Y ahora, el galimatías.
Trotski, ¿crees en Dios?

Aristóbulo Sainz de Iría, Marqués de la Enseñada (porque ya pasamos las elecciones).
Disputatio

[Escrito hace un año, desempolvado hoy]

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