LA MASA ES
INCONSCIENTE
¿Freud
+ Canetti? Personalmente no lo tengo muy claro, pero no estaría mal para
empezar.
Soy de la opinión de que
sin Freud
no puede entenderse nada de lo que sucede en un grupo. Por más
neuronas espejo que interponga la neurociencia con su manifiesta
werwefung
(forclusión, rechazo absoluto de entrada en el discurso) de Lacan
y su estadio del espejo y todo el desarrollo ulterior acerca de lo
que el descubrimiento encierra.
Para
Freud y para él, el Ideal indica una figura socializante, una manera
de manejar lo innombrable alojado en el núcleo de nuestro ser de
hablantes (hablentes).
Pero también, el Ideal es algo que sólo vela Eso execrable que tiene dos caras: objeto que dirige como una zanahoria a la pulsión y objeto que
causa el deseo. Puede ser algo mortificante o aquello que nos enchufa a la vida a
través del deseo.
Sucintamente, para Freud grupo y masa coinciden y consiste en :
1.- La
identificación con el líder, al ocupar éste
el lugar del Ideal del Yo. Esta identificación ordena los:
2.- Los fenómenos de
amor, los lazos de
cohesión entre los integrantes de la masa o grupo (una
identificación horizontal, entre los iguales). Son, evidentemente,
lazos amorosos “inhibidos en su fin” o sublimados que hacen que,
en el interior de la masa o grupo, se desdibujen las diferencias
sexuales. Cuanto más cohesión muestra el grupo, menos sexualidad
manifiesta (Dos masas artificiales, la iglesia y el ejército).
Excepto los hoplitas tebanos (del batallón sagrado). Esta excepción
es tenida en cuenta por Freud, de una manera excepcional,
al describir a la familia cómo célula de todo lo esencial
revelándose, no obstante, como una fuerza profundamente antisocial:
dentro de las puertas de una casa, sus integrantes desafían en la
intimidad todas las leyes del Estado (Bienvenido a la república
independiente de mi casa, uno puede tirarse peos, andar desnudo,
masturbarse mutuamente con la pareja, por supuesto, follar de cualquier forma o
manera y número de veces que quieran y puedan. Por no decir nada de
todo lo relacionado con la comida o las heces).
3.- Los fenómenos de
odio (lo último pero tal vez lo más importante) : todo grupo o
masa se fundamenta en la exclusión de un algo
que no tiene
cabida en la conciencia grupal. Ese algo
desplazado
hacia otros ideales o semejantes (generalmente identificables por un
rasgo considerado extraño: justamente se les considera
una forma de apropiarse del goce que falta a la masa o bien que
exhiben una forma de hacerlo que repugna al grupo [comer o no comer
cerdo, rasgos sociales del goce] que se encarnan como amenaza hacia
el grupo). Odio radical hacia lo que entrañe una amenaza exterior,
cuando en realidad esa amenaza habita en el interior del grupo y de
cada uno de sus integrantes. Freud se muestra claro cuando habla de
la “religión del amor” (sin olvidar nunca que la etimología de
religión es re-ligare, volver a unir, volver a recuperar lo que nos
falta, el goce perdido (todas las religiones son nostálgicas y
utópicas). Para ello, Freud inventa el último mito fundacional: se
quiere recuperar el goce perdido a través de la identificación con
el Padre originario que fue asesinado por la horda de hermanos que
aspiraban, cada uno, a ocupar su lugar. Crimen inútil, porque deben
repartir la herencia y no tenerla toda. Hay nace, dice Freud, toda
moral, como culpa, y la ley fundamental. Un padre odiado y ahora
amado gracias a la re-ligión. Un padre, dicho sea de paso, si leemos
los Testamentos, un padre amado y temido,
un padre amoroso y terrible (Véase el sacrificio de Isaac, o los
tormentos a los que sometió a Job sólo para poner a prueba su fe),
un padre del estrago, un padre caprichoso como se muestra en el
Génesis, en el trasfondo del crimen desplazado de Caín, el primer
crimen desplazado de la historia escrita (crimen que puede verse como
sucedáneo de la muerte del padre, inmolando en su lugar al hermano).
Para terminar, recordar
que Freud estableció un paralelismo entre la religión y la neurosis
colectiva; aquélla como neurosis colectiva y ésta como religión
del obsesivo. Hay continuidad entre individuo/grupo, masa o sociedad:
el Otro (social, familiar) está ya presente en la constitución del
sujeto. Con Lacan se puede expresar diciendo “lo colectivo no es
nada sino sujeto de lo individual”.
“La religión del amor
universal”, la que busca la unión ecuménica de todos a través
del amor a Cristo, de pronto está presta para tornarse violenta y
brutal con lo que da fuera de ella (cruzadas, inquisiciones,
genocidios y holocaustos, como le quieran llamar). Me resisto a decir Shoa, y prefiero holocausto, porque
este último tiene las mismas connotaciones pero sin la fundamental.
Esta vez no se trata del sacrificio de los hijos de Israel sólo,
sino del sacrificio a lo que Lacan denomina los
dioses oscuros,
los mismos de los que Moctezuma decía: “Los dioses tienen sed”
[véase la obra homónima de Anatole France].
Así
pues, en la constitución de un grupo hay que tener en cuenta: un
líder-padre que favorece el amor entre sus miembros y un afuera del
grupo que recibe los golpes, un enemigo (Triada E: extraño,
extranjero, enemigo). El grupo es inconsciente porque de todo esto no
sabe ni quiere saber nada. Aunque a veces se nieguen de manera
explícita las manifestaciones del odio, eso no les impide existir.
Vean
por donde va ya la cosa, el líder del grupo ocupa exactamente el
mismo lugar que el padre amado y terrible. Sí.
Por eso, los fenómenos de masa encierran siempre un serio riesgo.
¿Cabría pensar en un nuevo grupo de sujetos desidentificacdos, que
no quieran recuperar nada de lo perdido, porque la pérdida forma
parte de la vida misma, y sólo hay que vivirla? Hay que intentar ser
sujetos con un deseo inédito y decidido. Inédito porque es
singular, y decidido exactamente por lo mismo...pero sin hacer grupo
en el sentido desarrolado aquí.
Próxima
o futura entrega: ¿Son los “equipos de trabajo” grupos? ¿Qué
creen ustedes? La mayoría obedecen a un ideal exigente e insaciable: la
eficiencia que quiere más con menos y cada vez más con muchísimo
menos. A esa trampa se le llama "pactar objetivos". ¿El líder-padre?
La mayoría ha hecho un vergonzoso máster donde también se estudia
el liderazgo y la estrategia (cuya etimología es ganar, vencer).
Ejecutivos agresivos, se decía hace unos años. Pues sí, por más que pongan el bien común por delante (vean la
ambivalencia: vamos a sacar a España del agujero negro que nos
dejaron, pero van a tener que pagar ustedes porque han vivido por
encima de sus posibilidades, etcétera, etcétera). Para ser líder hay
que diseñar un protocolo curricular para la función. Meritocracia,
le llaman. Se hacen pruebas, exámenes, para garantizar que gane el
mejor entre los mejores. Las valoraciones son “objetivas”,
medibles, evidentes, y por supuesto, no se admite a nadie que diga un
“no sé” o muestre duda. Se buscan “asertivos”, adjetivo en
el que se incluyen desde Pepito Grillo hasta Franco, Amancio Prada,
Hitler y Mussolini, Bill Gates, Zipi y Zape, Idi Amin Dadá, Pol Pot,
Stalin y tantos otros, pasando por todos los que, en privado y en
público, tienen como divisas las verdades del Marqués de la Palice
y del Conde Pero Grullo.
Por
cierto, a lo hora de ser “los mejores” (¿ante los ojos del padre
examinador?) todo dios esgrime su titulación. ¿Y quien no la tiene
no vale? Hasta los de Podemos se ponen el birrete de la indignidad
universitaria... ni que eso garantice nada.
Dentro
de poco, lo digo en serio, se harán oposiciones para ser escritor o
pintor. Por ahora, sólo los músicos tienen que pasar un examen para
tocar en el metro. Al menos que yo sepa. Las sociedades de las libertades basadas en el control de las garantías tienen estas
cosas. Luego va alguien y se escandaliza con los Das
auto alemanes.