17. Septiembre. 2021
Aún no he nacido. Por lo que se ve, lo haré dentro de poco. Es
difícil expresar lo que siento porque no es lo que esperaba. Es desconfianza. Durante
meses creí que esto iba a ser más alegre. En fin, ya les iré diciendo.
Dentro de mis ilusiones más esperadas están el llegar a
conocer a Rinconete, a Cortadillo, a Donald Duck (god save), a Alicia (Vikander,
si puede ser) y, en general a todos los que teniendo apego a los abismos se resisten
a dejarse caer… Me han dicho que allí donde voy se va a pasarlo bien. No me lo
creo, mi desconfianza no se ha equivocado nunca en estos nueve meses que llevo
aquí. También quiero conocer, no me pregunten por qué, a Fu Manchú. He oído hablar
mucho de él como si fuese un tesoro de iniquidades. Y esto, por alguna oscura razón,
constituye para mí una atracción enigmática
Mis padres todavía no han decidido mi nombre, aún andan barajando
dos o tres por género.
Bueno, hasta mañana. Les diré con seguridad si he nacido o
no.
18. Septiembre. 2021
Bueno, ya nací. Joder, cómo me costó. Empecé haciendo ejercicios
de una gimnasia muy rara. De pronto estaba dentro de una especie de tubo. Era
como hacer espeleología de la estrechez, pero con las paredes húmedas y muy musculosas.
Había momentos en los que se estrechaban tanto que creí convertirme en una
línea. Al cabo de una media hora, sin aún saber lo que era la luz, de tanta que
había me quedé ciego de una ceguera nueva. Y empecé a llorar. Y me pegaron una
torta en el culo. Lo que les decía, el lugar donde aparecí no inspiraba ninguna
confianza. Allí no estaban ni Rinconete ni Cortadillo, tampoco Donald Duck (god
save) ni Alicia (Vikander, si puede ser) … intenté pedir socorro y articulé
como pude mi grito más desesperado ¡Fumanchuuuú!... pero allí nadie se dio por
aludido.
Sólo estaban mi madre, otra señora y un tío vestido de blanco
con mascarilla, y yo no entendía nada.
Tal vez todo aquello fuera una premonición de lo que habrá
tenido que haber sido para ser quien estoy siendo, como diría Jacobo Lacan más
tarde.