domingo, 29 de enero de 2017

POR FAVOR, DÉJENSE DE TONTERÍAS, TODO TIENE SU CONQUE.

     Siguiendo las palabras de Z. Bauman, en estos tiempos de modernidad líquida, todo, absolutamente todo, se torna húmedo y, luego, mojado. Lo primero, el pensamiento. Por eso hablamos de pensamiento empapado cuando estudiamos mucho algo. Y estar empapado tiene su riesgo. El pensar empapado tiene como mecanismo generador, puede decirse con evidencia absoluta, a la ósmosis. Sí, así de sencillo. El pensamiento ahora opera por ósmosis y no como eureka, revelación o deducción-inducción.
     Por ejemplo, esto se ve claro en cómo piensa Rajoy con las eléctricas. Él piensa en la lluvia y se moja. Es su particular cogito, su cogito, húmedo y empapado. Y lo hace alcanzando el cenit de lo Osmótico y de lo Moderno a la vez. De este modo, Rajoy es un creyente situado a la diestra de la ingeniería social global. Es decir, ni siquiera es capaz de pensar en el Acontecimiento, lo performativo o el Acto, porque se resbala. Dicen las malas lenguas que por eso llena su agenda de eventos consuetudinarios escritos con tinta invisible para darle la impresión de que todavía tiene tiempo libre para caminar marcialmente moviendo más los brazos que los pies. O tal vez para justificar su amnesia.
     Volviendo a la tontería como idea central de esta entrada, habremos de cuidarnos de la liquidez y de las constantes presiones osmóticas hacia el pensamiento, cosa que aplauden todos los poderes fácticos del mundo-uníos. De lo contrario, de repente, podríamos ponernos a babear palabras mojadas, como las del alcalde y sus vecinos.
     También deberíamos cuidarnos de los vampiros melancoliformes, esos seres hiperosmóticos que salen de su postración mostrándose exaltados por momentos, tras incorporar la liquidez cándida de las criaturas prístinas que abundan en la primavera de la vida. Tal vez sea esa la razón de que las universidades y, en general, los Centros Nacionales o Transnacionales de Acumulación de Saber, estén llenos de vampiros melancoliformes a la espera de ejercitar su ósmosis favorita, a saber, la neuronal.
     Así que cuidado con la ósmosis y déjense de tonterías.

Aristóbulo

[Fragmento de la Introducción a su tesis de doctorado por la universidad de "", con el título (véase ut supraTodo tiene su conque]

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